Un paraíso por descubrir

El país balcánico es sello de autenticidad, riqueza natural y cultural. Un territorio que se desvela poco a poco, enamorando a todos aquellos que se dan la oportunidad de conocerlo.

Por Cecilia Besenzoni

Albania se presenta como un destino emergente que gana cada vez más popularidad entre los europeos. Desde hace apenas un año, vuelos directos desde Madrid a Shqiperia, como prefieren llamarla sus habitantes, facilitan el acceso a este paraíso.

Los romanos denominaron Albania en honor a la blancura de sus cumbres montañosas, mientras que Shqiperia, que significa «tierra de águilas», refleja el símbolo de su bandera y su legado bizantino. Este país, un verdadero cruce entre Oriente y Occidente, está lleno de sorpresas por descubrir.

Albania nos propone una aventura auténtica en su moneda local, el lek, y nos invita a desconectar completamente, ya que el roaming no funciona aquí, permitiéndonos realmente escapar de la rutina. Este destino virgen es perfecto para ser explorado al inicio del verano europeo, cuando sus playas y rutas montañosas ofrecen una serenidad inigualable.

Esta guía es tu puerta de entrada a Albania, una invitación a descubrir los lugares imprescindibles de este fascinante sitio. 

Tirana

Rodeada de colinas, la capital de Albania, Tirana, fue fundada en 1614 por el gobernante otomano Sulejman Pasha Bargjini. La construcción de una mezquita, un bazar y un hammam (baños turcos) marcó el comienzo de su rápido crecimiento. Este enclave estratégico, atravesado por rutas de caravanas comerciales, se convirtió rápidamente en un centro próspero. Artesanos especializados en la elaboración de telas de algodón, cuero, cerámica, hierro y orfebrería, junto con la producción de aceite y tabaco, impulsaron la economía local.

En el siglo XIX, la ciudad se enriqueció con la construcción de la mezquita Et’hem Bey, propulsada por Molla Bey de Petrella. Este líder religioso otomano convocó a los mejores arquitectos y decoradores de la región, creando una joya arquitectónica que aún hoy es un símbolo de la ciudad. Durante el siglo XIX, bajo el gobierno de la familia Toptani de Kruja, su desarrollo se ralentizó, pero en 1889 un auge cultural comenzó con la apertura de escuelas que promovieron el nacionalismo. Este movimiento cultural llevó a la fundación del club patriótico Bashkimi en 1908 y culminó con la proclamación de la independencia de Albania en 1912.

Durante las Guerras Balcánicas y la Primera Guerra Mundial, Tirana sufrió ocupaciones y sublevaciones, destacando la rebelión de Haxhi Qamili. En 1920, tras el Congreso de Lushnjë, fue designada capital de Albania debido a su ubicación geográfica estratégica entre las etnias Ghegs del norte y Tosks del sur.

El monarca Zog, con el apoyo del gobierno fascista de Mussolini, llevó a cabo importantes reformas urbanísticas en la ciudad durante la década de 1920. Arquitectos italianos y albaneses, como Florestano de Fausto, Armando Brasini y Eshref Frashëri, diseñaron edificios emblemáticos como el Palacio Real, el Ayuntamiento y el Banco Nacional. El Bulevar Dëshmoret e Kombit, inaugurado en 1930, es otro legado significativo de esta era.

Tras la liberación de los nazis en 1944, Tarina fue testigo de la transformación bajo el régimen comunista de Enver Hoxha. Se promovieron estándares arquitectónicos funcionales y se derribaron numerosos edificios religiosos. Los primeros años tras la caída del régimen comunista fueron difíciles, marcados por el colapso económico de 1997 y un crecimiento urbano desordenado.

Con la llegada del nuevo milenio, la capital ha experimentado una renovación significativa. Se han recuperado espacios públicos, mejorado las riberas del río Lana y el Parque Rinia, y se han acondicionado las fachadas de muchos edificios, revitalizando la ciudad y convirtiéndola en un destino turístico atractivo y moderno.

Los lugares imprescindibles en Tirana

La Plaza Skanderbeg es el corazón histórico, rodeada de numerosos edificios y lugares emblemáticos de la capital albanesa. Con una superficie de 40.000 m2, esta plaza se ha convertido en un lugar ideal para pasear tranquilamente gracias a su peatonalización y la creación de jardines.

La Mezquita Et'hem Bey es uno de los templos religiosos más antiguos de Tirana. Construida entre 1789 y 1821, se convirtió en la más importante tras la Segunda Guerra Mundial, superando a la Mezquita Sulejman Pasha, que sufrió graves daños durante el conflicto.

En Albania y en la República de Macedonia del Norte se pueden encontrar mezquitas cuya ornamentación va más allá de los motivos geométricos tradicionales. La Mezquita Et'hem Bey destaca por sus frescos con flores y elementos de la naturaleza, que decoran tanto su interior como su exterior.

De las veintiocho mezquitas que había en Tirana en 1967, solo ocho sobrevivieron a las demoliciones durante los años de proclamación del ateísmo en Albania. La Mezquita Et'hem Bey permaneció cerrada durante muchos años hasta que, en 1991, una multitud de musulmanes entró a la fuerza para romper con la prohibición de la práctica religiosa impuesta por el régimen anterior.

La Pirámide de Tirana es uno de los monumentos más emblemáticos de la dictadura en Albania. Construida en 1988 con un estilo futurista característico de la década de los ochenta, que se adoptó en numerosos edificios de países de la órbita soviética, el edificio fue concebido como un museo-mausoleo en homenaje a Enver Hoxha. Su diseño fue obra de su hija, la arquitecta Pranvera Hoxha.

En 1991, la Pirámide cambió de uso y pasó a ser utilizada como centro de conferencias y exposiciones, base de la OTAN durante la Guerra de Kosovo, una discoteca llamada La Momia, e incluso sede de un canal de televisión.
Hoy en día, la Pirámide atrae a curiosos y turistas que visitan el lugar para admirar su arquitectura y tomar fotografías al pie de esta estructura única.

Construidos en total secreto, los búnkeres de Albania han sido rescatados por la democracia y ahora son parte de la memoria histórica del país. Bunk'Art 1, con 300 m2 de espacio subterráneo, fue diseñado en la década de 1970 para albergar a la élite política albanesa en caso de un ataque. Su exposición permanente narra la historia de Albania desde la invasión italiana en 1939 hasta la caída del comunismo.

Bunk'Art 2, ubicado en la Plaza Skanderbeg, es un búnker en el corazón de la metrópoli que explora la historia de la policía política y las víctimas del régimen estalinista. Junto a este búnker, un fragmento del Muro de Berlín, trasladado a Tirana, recuerda la caída del muro y el fin de una era.

Por último, el mercado de Markata E Peshkut, el mercado tradicional, es el lugar ideal para dejarse llevar por sus productos y aromas, una invitación a conocer el ritmo de la ciudad y su gente. 

La Riviera Albanesa 

Después de explorar la vibrante capital de Tirana, es hora de emprender un tour por la cautivadora Riviera Albanesa, donde el Mar Jónico nos deslumbra con sus mejores colores y nos invita a disfrutar de un destino natural que reconforta todos nuestros sentidos. Aunque el turismo ha crecido en los últimos años, Albania aún ofrece la oportunidad de disfrutar de paisajes impresionantes, incluso en la temporada alta, sin aglomeraciones excesivas.

A continuación, te presentamos un recorrido por la ruta de la Riviera Albanesa para no perderse de nada.

Saranda o Sarandë es la puerta de entrada a la Riviera Albanesa, conocida por sus aguas cristalinas y su animado ambiente. Esta ciudad costera ofrece una combinación perfecta de historia, cultura y belleza natural. 

Un excelente sitio donde hacer base debido a su amplia oferta de alojamientos y servicios. Desde aquí se pueden hacer excursiones por el día a otros destinos o alquilar un auto para moverse libremente y explorar la costa a tu ritmo. 
 
Saranda tiene muchos atractivos, pero hay dos que destacan especialmente: la playa de Ksamil, famosa por su arena blanca y aguas turquesas, y el Sitio Arqueológico de Butrinto, Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
 
A tan solo 20 kilómetros de Saranda, se encuentra Butrinto, una especie de isla bañada por el Mar Jónico que fue un importante puerto costero del Mediterráneo, habitado por griegos, romanos, bizantinos, venecianos y otomanos, ofreciendo una rica perspectiva de la historia de la región.

Y a tan solo diez minutos de Butrinto se ubica Ksamil, el destino de playa más popular de los albaneses por su belleza comparable con el Caribe, su paisaje es la postal que se debe atesorar en este recorrido.

Adelante en el camino llegamos a Borsh, un lugar rodeado de acantilados, montañas y el increíble mar azul. Aquí se extienden seis kilómetros de playas salvajes con una puesta de sol inmejorable. Es el lugar ideal para unos días de playa en un sitio tranquilo, con un paseo marítimo lleno de restaurantes donde se sirven platos tradicionales como pulpo, calamares, mejillones y pasta con frutti di mare, reflejando la fuerte influencia gastronómica italiana en el país.

Hacia el norte nos esperan Himara y Porto Palermo. Himara, una de las localidades más pobladas de la costa, es un auténtico reflejo del crecimiento albanés. Esta ciudad costera ofrece todos los servicios de un balneario, destacándose la playa de Lavadhi, una de las más hermosas de la región.

A pocos minutos de allí se encuentra Porto Palermo, una isla unida a la costa por un istmo, donde se encuentra el Castillo de Ali Pasha, un gobernador otomano del siglo XIX. Esta fortaleza es reconocida por su zona subterránea utilizada como prisión durante la ocupación italiana, y ofrece una increíble vista de toda la bahía.

Ir desde Porto Palermo a Gjipe Beach no es sencillo: su acceso es complejo, pero la recompensa vale el trayecto. Aquí se puede contemplar el Mar Jónico en su plenitud, disfrutar de un entorno natural con algunos chiringuitos, y encontrar turistas que acampan para ver la puesta del sol y el amanecer. La invitación es finalizar esta travesía con un baño en el mar para dar un cierre idílico a este recorrido. 

Imperdibles 

Comida callejera por Tirana
La combinación perfecta de gastronomía y cultura. Un recorrido por la capital albanesa, junto a un guía loca, para probar sus platos más distintivos.

Cruzar a Corfú 
Un crucero por el día desde Saranda hacia Corfú. La posibilidad de viajar en barco por la costa albanesa y disfrutar del casco antiguo de esta isla griega, recorrer sus tiendas, sus calles y visitar las calas de la zona. 

Senderismo en Borsh 
Borsh tiene las aguas más hermosas del mundo, así como un pasado histórico memorable. Esta invitación es a disfrutar de las vistas de este maravilloso pueblo en un recorrido de dos horas que finaliza en el Castillo Sopot, también llamado Castillo de Borsh, a unos 500 metros sobre el nivel del mar. Este monumento cultural posee una vista mágica de región, la sensación de tener todo en la palma de la mano: las montañas, el pueblo y el mar.