Se trata de un libro objeto, con una cuidada curadurÃa de hoteles, en donde comparte lugares mágicos junto a emocionantes historias de vida.
Corría marzo del 2020, y planificábamos junto a Santander Select el lanzamiento del libro Casas con Encanto en Uruguay, de María Noel Maisonnave, que se realizaría en DeArcos Deco and House. La fecha pactada era el martes 17 de marzo de 2020. La pandemia llegó a Uruguay y los primeros casos hicieron que el viernes 13 de marzo el gobierno decidiera cerrar toda actividad. El evento quedaba suspendido.
Así conocí a María Noel. Formada en Marketing Internacional y Comercio Exterior, trabajó en agencias de viaje, entre otros rubros. Sin embargo, luego de muchos años, la vida la llevó por otro camino, el que se convertiría en su pasión: hacer libros. En 2012 publicó Uruguay Endurance, que trata sobre el enduro ecuestre; en 2016 fue Casas de Campo del Uruguay: y, en 2020, Casas con Encanto en Uruguay.
Ni bien la conocí, quedé enamorada de su trabajo y descubrí a una mujer apasionada por mostrar el «Uruguay Encantador», como le dice ella, una mujer convencida de que es el mejor país para vivir y desarrollarse, con paisajes increíbles. Con su obra busca presentarlo así al mundo entero.
Entendí que no se trataba solo de libros, sino que su propósito es descubrir lugares con historias que merecen ser contadas, que emocionan. María Noel se dedica a difundir lugares mágicos de nuestro país, con una fotografía de alta calidad y un nivel editorial superior.
Sus libros se lucen en las mesas de los livings principales de muchas casas, porque son libros lindos de tocar, de mirar, son libros objeto, que enaltecen un ambiente. Son libros que muchas veces son un regalo de jerarquía para alguien especial.
La pandemia, lejos de paralizarla, la activó. Se puso a pensar que podía hacer para aportar su granito de arena al Uruguay en un momento tan crítico y se enfocó en una de las industrias más golpeadas, el turismo. Así surgió Hoteles con Encanto en Uruguay.
Se trata de una selección de 22 hoteles ubicados en diferentes entornos, campo, playa y ciudad, perotodos con un común denominador: son «hoteles únicos, con personalidad», como detalla María Noel en el editorial de su libro.
Tuve el honor de ser parte de este proyecto tan lindo porque María Noel me dio la oportunidad de entrevistar a los dueños de los hoteles y escribir sus historias. ¡Un lujo para mí! Me enteré que estaban buscando una persona para escribir sus textos y, sin dudarlo, le dije «quiero escribirlos». Pude escuchar de primera mano las historias de quienes apuestan por Uruguay, la pasión con la que reciben y agasajan a sus huéspedes, el amor con el que llevan adelante sus hoteles.
En el caso de los extranjeros, que son la mayoría, me contaron cómo conocieron a este pequeño país de Latinoamérica que hoy está siendo noticia en el mundo; qué los sedujo del Uruguay, al punto de soñar con establecerse en un futuro y echar raíces.
Es llamativo cómo muchos definen a sus hoteles como «su lugar enel mundo». Son personas viajadas, que conocen los lugares más lindos del mundo y aun así, eligen a Uruguay para invertir. Gracias a ellos que abrieron sus corazones y compartieron sus historias.
Gracias María Noel por tu cuidada selección de los hoteles que formarían parte del libro, tesoros, algunos conocidos, otros desconocidos y por develarse, ya que abren sus puertas este año.
Gracias por tu mirada estética y entrenada para ver espacios, rincones que tienen alma. Gracias por abrirme las puertas a tu mundo y permitirme volver a enamorarme de mi país, redescubrirlo, estar más orgullosa que nunca del lugar en el que nací y en el que elegí criar a mis hijos.
Gracias por tu profesionalismo y por dejarme conectar con la emoción que hay detrás de cada historia, historias de amor, de superación, de cada una de estas familias.
Gracias por hacer libros de calidad, que dejan huella, libros que respiran pasión y amor por Uruguay.
Posada Luz
José Ignacio
El nombre de la posada sería Luz, porque lo primero que cautivó a su dueño fue la claridad nítida con la que se puede ver el horizonte en Uruguay. El profesor Jian Farhadi, un doctor en cirugía plástica, tiene antecesores iraníes. Nació y estudió en Suiza para luego especializarse entre Estados Unidos, Francia e Inglaterra. Por su profesión, siempre fue un viajero frecuente. Con los años, la idea de tener un hotel propio tomó forma y el lugar ideal sería en José Ignacio, donde volcaría todos sus aprendizajes. La hospitalidad era la clave. Se inspiró en la obra de Barragán y construyó una posada estilo hacienda mexicana.
Las Taperas
Pueblo Edén
Durante 14 años representó a la selección argentina de rugby, Los Pumas. En esos años, Pedro Sporleder disputó cuatro copas del mundo y fue su capitán por cuatro temporadas. Sporleder es también un apasionado de las motos y, recorriendo Uruguay, descubrió un paraíso: un gran valle en altura, arroyos, 190 hectáreas de bosque nativo, ocho picos de cerros, todo ubicado a pocos kilómetros de Pueblo Edén. En plena construcción de caminos internos, descubrieron tres taperas centenarias construidas en piedra, éstas le dieron nombre al emprendimiento, confirmando que este campo tuvo vida hace muchos años.
Charco
Colonia del Sacramento
Antes de llegar a Colonia, a Pablo Datria y a Agostina Dalle Palle los unía una gran pasión por el arte. Tuvieron una galería en Buenos Aires en donde exponían artistas emergentes y, de alguna manera, este antecedente influyó en todo el recorrido del hotel donde hay obras exhibidas de diferentes artistas. Aprovechando la arquitectura colonial, y siguiendo la pasión por la cocina y por los vinos de Pablo, abrieron un bistró pequeño. Luego vino el hotel. Primero tuvo siete habitaciones en las que buscaban que los huéspedes pudieran desconectarse. Por eso, las llamaron «White Rooms», es decir habitaciones blancas, donde la predominancia de ese color transmite calma.
Casa Flor
Punta del Este
Juan Manuel Crosta y Alfonso De Freitas son dos amigos que se conocen desde el colegio. Juntos hicieron realidad su sueño de estar en contacto con el mar y vivir de su pasión: el surf. Ellos conciben el surfing como una filosofía de vida, una forma de sanación. Primero eligieron dónde vivir y después vieron qué harían para lograrlo. La mamá de Juan Manuel, Julia Helena, les sugirió que montaran un hotel boutique que ofreciera un servicio de alta categoría y personalizado, de nivel internacional. Así surgió Casa Flor, un hotel en Montoya, a metros de la playa, atendido cálidamente por sus dueños.
Posada Ayana
José Ignacio
La pasión por los caballos de una de sus tres hijas, Koko, fue la razón por la que Robert Kofler, junto a su esposa Edda y otra de sus hijas, Felice, llegarían a Argentina. Koko se dedica a la cría de caballos de polo. Allí les hablaron de Punta del Este, ciudad que no dudaron en conocer y donde terminaron montando una posada. Querían que fuera un espacio en el que los artistas uruguayos tuvieran protagonismo a través de la exhibición de sus obras en las diferentes habitaciones. Sienten un gran respeto por las raíces del país y por eso los platos del menú, la vajilla, los vinos y las obras de arte son de origen local. Uno de los puntos fuertes de la posada es el Sky Space de James Turrell, una cápsula que busca lograr una experiencia sensorial, ya que desde el interior se puede contemplar el cielo, que toma diferentes aspectos y colores.