Comer menos para hacer más

El médico uruguayo Alejandro Junger creó el Programa Clean tras trece años de aprendizaje y búsqueda de soluciones para sus propios problemas. Su trabajo, hoy publicado en 26 idiomas, ha transformado la vida de cientos de miles de personas alrededor del m

Una crisis personal llevó al Dr. Alejandro Junger a cambiar su vida y, eventualmente, la de miles de personas en todo el mundo. Recién egresado de la Facultad de Medicina, el cardiólogo uruguayo viajó a EEUU, donde la adaptación no resultó sencilla y lo condujo a caer en una profunda depresión.

«Cuando fui al siquiatra me habló de un desbalance de los neuroquímicos en el que la serotonina no se producía de manera suficiente y, para ilustrarlo, me señalaba su cráneo», recordó Junger durante una charla virtual organizada por Santander Select y BlueCross & BlueShield de Uruguay. «Me dio pastillas antidepresivas con el objetivo de incrementar la concentración de la serotonina en el cerebro».

«Como no me causaba sentido tomar medicamentos todos los días empecé a buscar otras soluciones y, luego de muchos años de experimentación, educación y búsqueda, aprendí que la serotonina se produce mucho más en las neuronas que están alrededor de los intestinos que en las que están en el cráneo», explicó.

Esos 13 años de aprendizaje son la esencia del Programa Clean, un método de desintoxicación de 21 días en el que Junger propone un cambio en los hábitos alimenticios de las personas como punto de partida para un cambio completo en su vida, partiendo desde el interior, desde el sistema digestivo, hacia todo el resto de sus actividades.

«El Programa Clean es lo que me hubiera gustado encontrar a mi cuando me diagnosticaron tres problemas médicos: depresión, alergias severas y colon irritable», comentó. «Me hubiera ahorrado trece años buscando soluciones».
El programa revaloriza la importancia del estómago y el sistema digestivo, y, particularmente, el impacto negativo que tiene sobre el cuerpo su funcionamiento constante a causa de los hábitos alimenticios que solemos tener los seres humanos en la actualidad.

Junger explicó la base científica de su programa con sencillez: «Cada célula tiene una batería de energía adentro que es la mitocondria, que produce la energía y quema carbohidratos, o grasa si estás en ketogénesis, pero esa batería solo puede producir cierta cantidad de energía por día. Esa energía en total tiene que dirigirse a todos los diferentes sistemas del cuerpo».

«La forma en la que estamos viviendo dicta que, normalmente, desayunemos, almorcemos, cenemos y hasta merendemos», señaló. «Pusimos el sistema digestivo en funcionamiento todo el tiempo, cuando la naturaleza no lo creó para que funcione así. No se puede estar digiriendo todo el día, porque esa energía que el sistema digestivo y sus derivados consumen no nos deja suficiente para realizar otras actividades».

«Cuando uno para o disminuye la energía que demanda el sistema digestivo esa energía se libera y uno la puede usar para diferentes cosas: cosas que están pasando adentro sin darnos cuenta o cosas que nos damos cuenta como nuestra atención o foco», detalló el médico.

El programa Clean plantea diferentes métodos para lograr este cometido, comenzando con ayunos más prolongados -además del natural que se da mientras dormimos- con cambios en nuestras costumbres, por ejemplo, sustituyendo el desayuno y la cena por líquidos, que son más fáciles para el organismo de digerir, es decir, se consume menos energía en su procesamiento.

«El tiempo que uno pasa sin comer, la ventana de 12 horas entre la cena y el desayuno, lo mínimo que tenemos que estar sin comer y que muchos no lo respetamos, es una forma de bajar la demanda de energía que el sistema digestivo requiere a diario», comenta.

Además de sustituir comidas sólidas por líquidas, el programa también ofrece una lista de recetas recomendadas y algunos grupos alimenticios a evitar (ver recuadros) para el ineludible almuerzo. «Así logramos bajar el requerimiento del trabajo digestivo comiendo menos y consumiendo líquidos y comidas que no van a requerir tanto trabajo», afirma.

El ayuno, subraya Junger, es parte clave de las religiones y la espiritualidad. Permitirle al cuerpo volver a contar con esa carga energética antes destinada a la digestión tiene efectos en múltiples áreas: «El ayuno y no comer tanto son partes importantes de cómo el hombre tiene que vivir para poder realmente llegar a cumplir nuestro propósito en la Tierra y no destrozarla», afirma.

Junger ha encontrado enormes resultados con el programa Clean y la respuesta de los seguidores del mismo es masiva. Traducido a 26 idiomas, el libro «Clean» (2012) ha sido un bestseller internacional: «Me mandan mensajes de todos los lugares del mundo y me cuentan de cosas de las que se mejoraron utilizando el programa que hasta a mi me sorprenden».

Que el impacto positivo del programa pueda ser tan amplio y profundo radica en la convicción de Junger de la profundidad en la conexión entre la salud física, emocional y mental de cada individuo: «Las tres van juntas. La interacción entre ellas las hace muy difícil de distinguir una de la otra».

El éxito de Clean, sin embargo, no dejó satisfecho al médico uruguayo. Junger vio como el programa de 21 pasos cambió muchas vidas, pero también resultó, por su longitud,abrumador para muchos otros: «El programa no le llegó a tanta gente como me hubiera gustado», admitió. «Empecé a buscar formas de acelerar e intensificar los días para, en menos tiempo, poder lograr, al menos, darle una muestra a la persona de cómo uno se siente con esto».

Para hacerlo sumó a los principios de medicina funcional que fueron la base de su primer libro otros nuevos, estos basados en la medicina ayurvédica y ayunos intermitentes, para elaborar su más reciente libro, «Clean 7» (2019), que resume el programa en una sola semana.

Por supuesto, luego de pasar el proceso de detox, el camino a seguir deberá ser progresivo, volviendo a integrar aquellos alimentos irresistibles para cada uno, de manera aislada y paulatina, para poder evaluar sus efectos. Cada uno deberá formar, de manera consciente, su propio plan saludable.

Cualquiera sea el programa, lo que Junger intenta transmitir con Clean es una forma diferente de vivir el día a día: «Lo más importante es aprender a estar completamente presente, porque cuando uno está completamente presente no tiene dudas sobre la ansiedad, el miedo o lo que fuera. Uno no necesita saber si una comida le va a hacer bien o mal, el instinto se lo dice. Lo más importante es estar presente

LOS CINCO GRUPOS A EVITAR

LACTEOS
«Somos mamíferos que le estamos robando leche a otro tipo de mamífero, si lo hiciéramos cuando fuéramos chiquitos, bueno... es algo que se ve en la naturaleza», comenta Junger. «No es natural que lo haga un adulto mamífero, que consuma el alimento que está diseñado para la época en la que crecemos más de golpe. Es como meter nafta para avión en una moto de cuatro tiempos: la quemás». Junger asegura que nuestros conceptos sobre los productos lácteos están errados, como en el caso de la osteoporosis, cuando, primero, la leche se la recomendó como cura, y luego se descubrió que causaba aún más problemas de los que solucionaba.

AZÚCARES
«Para las células energéticas del cuerpo es como tomar cocaína. Causan un montón de problemas», sentencia el médico. «Entre otras cosas le quitan a las membranas celulares la sensibilidad hacia los carbohidratos y la insulina, lo que termina en diabetes, obesidad, problemas al corazón y muchos otras enfermedades».

CAFEÍNA
«El café es un estimulante muy poderoso que en otros tiempos se usaba como medicina, pero hoy lo usamos para funcionar en la mañana», señala, explicando la base del problema: «Como especie no hubo tiempo de adaptación para que el cuerpo pueda amortiguar su impacto. También tiene más químicos que cualquier otro producto agrícola, a menos que sea café orgánico». El mate, por su parte, tiene «un proceso estimulante diferente», pero «son similares»: «Ninguno hay que hacerlo en exceso. Si uno depende del mate o del café para funcionar esta en un área peligrosa», sentencia.

ALCOHOL
Además de «destrozar» el hígado, Junger señala que «son calorías vacías que engañan al cuerpo de cómo funcionar y cómo quemar grasa y almacenar azucares». Según el médico, el alcohol «tiene su función en el mundo, pero hay que usarlo de la manera correcta». «Como ocurre con el café, hay que pensarlas má