Un viaje de emociones

Cuatro reconocidas sicólogas compartirán su amplia experiencia en materia de crianza y relaciones familiares en un evento con una dinámica singular, que buscará dejar a los asistentes con las herramientas necesarias para fortalecer los vínculos en la relación con sus hijos.

Por Luis Cabrera / Fotos: Soledad Melgor

Bajo la marca de su podcast, Deja huella, Lucía Carrasco está organizando un evento único en las espectaculares instalaciones de Aguaverde en Punta del Este, enfocado en los vínculos familiares y para el cual convocó a cuatro referentes en la materia: las sicólogas uruguayas Andrea Constanst, María José Soler y Marianella Ciompi, junto a su colega argentina, la reconocida autora Maritchu Seitún.

El evento, que se realizará el 7 de noviembre y tendrá una duración de tres horas, lleva el nombre de «Tramas de familia». Su dinámica lo presenta como una oportunidad única de aprender de cuatro especialistas en materia de crianza y relaciones familiares, con conceptos tan relevantes como actuales, ante el cambio vertiginoso que el mundo ha vivido en las últimas décadas, con los nuevos desafíos que estos cambios han planteado para padres criados en realidades muy diferentes.

«Este evento nace del hecho de todas las oradoras han sido grandes referentes en mi vida, en especial, desde que soy mamá», explica Carrasco. «Por eso se me ocurrió reunirlas para hacer mi primer evento con la marca Deja huella, en un lugar acogedor como Aguaverde, que lo tiene todo».

«También quería hacer un evento diferente; no el típico donde uno va y, por lo general, solamente escucha a las oradoras. Quiero que los participantes vivan una experiencia», enfatizó la organizadora.

En la concepción de «Tramas de familia», Carrasco puso hincapié en lograr una dinámica singular, que complemente las participaciones de las speakers con una instancia de intercambio, un cierre enfocado en «compartir las emociones vividas y celebrar en conjunto», que deje a los asistentes con un «mensaje conmovedor, listo para aplicar en su vida familiar».

Esa dinámica es también uno de los elementos destacados por las oradoras participantes. «Es una propuesta distinta en un lugar paradisíaco», compartió la sicóloga y sicoterapeuta Andrea Constanst. «Tiene mucho de comunicación, de intervención del público, de que se pueda experimentar y preguntar. Además,  cubre varios temas, con diferentes enfoques».

«Es una propuesta con mucha creatividad, con mucha innovación en la manera de aproximar contenidos, para aprenderlos desde lo emocional», comentó la sicóloga clínica Marianella Ciompi. «Este concepto de ‘cerebro que no se emociona no aprende’, yo lo tengo comprado desde hace mucho tiempo. Necesitamos emocionarnos y eso fue lo que me atrajo de este planteo».

«Me encantó lo original de la propuesta y que se centrará en lo vivencial más que en ser una conferencia o un taller tradicional», concordó María José Soler, doctora en sicología. «El público va a tener contacto con cuatro profesionales, por lo que se  estará enriquecimiento de diferentes miradas, de diferentes puntos de vista, lo que me pareció que era espectacular».

La sicóloga argentina Maritchu Seitún, autora de múltiples libros para grandes y chicos, también destacó la posibilidad de formar parte del evento junto a «tres compañeras buenísimas, excelentes profesionales, con las que podemos hacer una tarea complementaria».

«El lugar, la época, la dinámica; está todo dado para que salga muy bien», afirmó.

La curada dinámica del evento está pensada para quien desee participar y aprender sobre inteligencia emocional y paradigmas de crianza, lo que lo hace ideal para parejas, padres y abuelos. «La idea es que vengan a conectar», explicó Carrasco. «Que se emocionen, reflexionen, tomen consciencia y se lleven algo que puedan poner en práctica en sus vidas».

Andrea Constanst, siquiatra y sicoterapeuta: «Los regímenes verticales tienden a desaparecer»

Para Andrea Constanst, es clave comprender el cambio en la relación entre padres e hijos: «Hoy los chiquilines vienen de relaciones de horizontalidad. Los padres tenemos que comprender que como fuimos educados nosotros, ya no funciona. Los regímenes verticales tienden a desaparecer en todo el mundo y el control es una ilusión».

Según la siquiatra y sicoterapeuta, los riesgos de este siglo son mayores que los del previo, porque hay mayor acceso a muchos peligros, pero la «cabecita» del adolescente sigue siendo la misma, por lo cual los padres, desde esa horizontalidad, deben ser «tutores, enseñar y criar, pero desde vínculos diferentes».

«El adolescente tiene, como nosotros le decimos, la fábula de la invencibilidad; podés hacer campañas contra el sida o las drogas, pero ellos creen que no les va a pasar», afirmó Constanst. Para penetrar esa idea de «invencibilidad», la clave está en el diálogo: «La comunicación es la única manera de poner límites», explicó. «Hay que validarlos emocionalmente y, mediante el diálogo, poner límites sanos; el adolescente entiende los límites bien puestos, aunque no le gusten. Lo que no entiende son los límites arbitrarios».

«Yo les digo a los padres que usen el mensaje yo: ‘Yo estoy preocupado’». compartió. «Si mantenemos el vínculo intacto, el adolescente no baja las persianas; te escucha y lo que ve no es control, ve preocupación genuina».

Maria José Soler, doctora en sicología: «Hay muchas emociones positivas que se modelan en la vida familiar»

Como especialista en sicología positiva, María José Soler compartirá en el evento herramientas para ayudar a que los niños desarrollen su inteligencia emocional, sean capaces de identificar sus emociones y transformarlas en aprendizajes y vivencias positivas. «Hay muchas emociones positivas que se modelan en la vida familiar y, del registro familiar que uno haya tenido, va a surgir qué mirada será la prevalente: positiva o pesimista; una interpretación de la realidad centrada en el éxito, o una que pasa más por la perseverancia y la actitud de trascender con esfuerzo», explicó.

Uno de los grandes enemigos de este proceso es el exceso de ego: «Este muchas veces viene de un niño que ha crecido sin su necesidad de reconocimiento básica satisfecha», señaló Soler. «Como padres debemos ser buenos reforzadores de las cualidades positivas, especialmente actitudinales, porque la autoestima se construye en el espejo de otro significativo para mí».

En este proceso es muy importante que el foco sea en el proceso, más que el resultado. Un gran enemigo de esta fórmula son las pantallas y su dosis constante de dopamina. «Lo importante es encontrar con el niño una actividad que le guste, pero que le desafíe a querer ser mejor. Esa actividad en la que puede pasar horas, pero a la vez quiera superarse, porque le da placer mejorar. Estas actividades son una gran contrapartida a las pantallas, porque también brindan dopamina, pero a través del esfuerzo, y con gratificación a la perseverancia».

Marianella Ciompi, sicóloga clínica: «La disponibilidad afectiva es muy importante»

Para Marianella Ciompi, el manejo del tiempo es un elemento fundamental para poder realizar una «paternidad consciente», en la que se dedica energía a formar la familia que deseamos y priorizar aquello que queremos para nuestros hijos. «Es ir más lento en todo sentido, en educar más lento y en acompañar las experiencias de mi hijo, con disponibilidad de mi tiempo y con disponibilidad afectiva», afirma.

«La disponibilidad afectiva es lo que nos ayuda a contactar con esas necesidades emocionales que tienen nuestros hijos», recalca. «Son necesidades que solo papá y mamá pueden llenar, y que no se pueden delegar».

«La atención es uno de los reforzadores más importantes y más potentes, porque tienen que ver con nuestro aprendizaje», señala Ciompi, quien pone como ejemplo el cuento de la noche: «A veces estamos cansados y no queremos volver a leer el mismo cuento, pero ellos lo piden; quieren esa sensación de tranquilidad, de repetición; esa certeza de que estamos ahí para ellos. Tiene que ver con el apego y eso es lo más lindo». 

Esa disponibilidad afectiva significa acompañarlos, pero no solucionar todo por ellos, sino saber diferenciar cuándo necesitan de nosotros y cuándo deben aprender por ellos mismos: «La frustración, por ejemplo, es un gran aprendizaje», explica. «No porque sea buena en sí misma, sino por las consecuencias que genera y las habilidades que genera en nosotros».

Maritchu Seitún, sicóloga y autora: «Debemos tener máxima empatía, pero poner límites claros»

El cuidado de «la mirada enamorada» que todo padre debe tener para su hijo es uno de los bastiones de la filosofía de la reconocida autora argentina Maritchu Seitún, quien desde temprano en su carrera como sicóloga comenzó a recopilar información sobre crianza para compartirlas con colegas y madres.  «Me di cuenta de que había habido muchos cambios en la crianza y tuve muchas ganas de usar toda esa información que estaba estudiando porque me parecía muy útil para los papás», señala.

Durante su carrera, Seitún ha visto grandes cambios en el paradigma de la crianza y, aunque cree que estamos en un proceso positivo, aún no hemos arribado a destino: «Me encantaría que el paradigma actual fuera que tenemos máxima empatía y comprensión de lo que les pasa a nuestros hijos, pero al mismo tiempo ponemos límites claros y acompañamos el dolor de las cosas que no pueden ser», explica. «No hemos llegado a ese punto: todavía estamos muy parados en el movimiento permisivo. También hay una sociedad de consumo que nos llena la cabeza para que les demos muchas cosas materiales a los hijos, y nos hace olvidar que lo que los chicos necesitan es a nosotros: el papá, la mamá y el vínculo, no el objeto».

Seitún es muy clara en cuanto a que el paradigma permisivo debe ser dejado atrás, utilizando herramientas que refuercen el vínculo, pero que permitan que los hijos también se expresen: «Hay que cuidar la ‘mirada enamorada’ de nuestros hijos. Hay que ser claros y precisos, con consecuencias claras. Esto les falta a los papás, en parte, porque no quieren que sus hijos sufran».